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PARTE PRIMERA LA LITERATURA PRENICENA. CAPITULO PRIMERO LA LITERATURA DE LOS PRIMEROS TIEMPOS DEL CRISTIANISMO O POSTAPOSTÓLICOS. § 4. El Símbolo de los Apóstoles. 1. La forma que tiene hoy el símbolo dela fe o Credo de los apóstoles, se halla empleada por primera vez por Fausto de Rejj, hacia el año 450, al sur de las Galias; de allí se difun– dió a otras regiones, substituyendo a una fórmula más antigua muy semejante, por cierto, a la nuestra, pero que no contenía las palabras descendit ad ínferos, sanctorurn communionem, catholicam aplicado a ecclesiam y vitam aeternam El texto exacto de la fórmula más antigua no es anterior, que sepamos, al siglo IV, y se le conoce en latín por el Commentarius in symbolum apostolorum de Rufino; y en gJiego (en Epiph., Hcer. 72, 2- 3) por una carta del obispo Marcelo de Ancira al papa Julio I (hacia el año 340). Rufino indica también que los apóstoles, antes de su separación, compusieron el símbolo, pero sin escribirlo, y determinando que se extendiese sóla– mente de viva voz; y que en la Iglesia de Roma existió, desde 11rny antiguo, la costumbré de hacerlo recitar en púl5lico a los neófitos antes de ser bautizados. En el siglo VI comenzó a prevalecer la creencia de que cada uno de los apóstoles había compuesto uno de los doce artículos del Credo. 2. · En qué tiempo o fecha haya sido compuesta la suso– dicha fórmula antigua, es cosa que hasta ahora no ha podido averiguarse. Tertuliano dice que la iglesia de África había re– cibido de Roma su símbolo usado en el Bautismo; por Justino y más claramente por Ireneo, sabemos que en aquellos tiem– pos se usaba en la Iglesia de Occidente una fó.mula de la fe. Mientras Bardenhewer y Kihn (como antes Caspari y ahora tambiun Loofs), siguiendo la tradici_ón, remontan la composi- ' 1

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