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- 108- traducción de Jerónimo; no conocía la lengua hebrea, y en los casos dudosos acudía al texto . griego. En los escritos pura– mente científicos, como son los comentarios propiamente tales, se atiene en el fondo al sentido literal de la Sagrada Escriturd; en las homilías, por el contrario, como en las que compuso sobre los Salmos y sobre San Juan, busca más bien el sentido místico y alegórico, por creer que los escritores bíblicos le tu– vieron en su mente al escribir; pero no va tan lejos que admi– ta, como lo hacía Jerónimo, el mendaciam officiosam en los escritores sagrados (1 ). . Otros escritos de Agustín son: • Contra mendacium », •De bono coniugali » y « De sancta virginitate • contra Joviniano. El hermoso libro «De catechizand1s rudibus • , escrito por el año 400 para el diácono Deogracias de Cartago, es el catecismo más antiguo que se conoce, y van adjuntos dos catequesis destinadas a servir de modelo; según él, con el riombre de mdes no ha de entenderse a los infantes.-Hay que mencio– nar además un gran número de sermones, algunos de ellos no auténticos, y 270 cartas, de las cuales Q3 están dirigidas a él mismo. Las cartas versan sobre cuestiones de filosofía, teolo– gía y cura de almas. § 46 San León A' agno, paµ.a. 1. León era probablemente natur.al de Toscana, y siendo simple diácono romano, gozaba ya de gran prestigio y consi– deración; como papa, gobernó la Iglesia romana en tiempos muy críticos por espacio de más de veinte y un años (440- 461). Entonces el imperio romano de Occidente se inclinaba a su ocaso, mientras que en el Oriente surgía una nueva y te– mible herejía, la de los monofisitas; la emulación de Bil{lncio contra la antigua Roma tomaba cada día mayor incremento. En tan difíciles circunstancias León, íntimamenteconvencido de que el primado es como un baluarte inexpugnable puesto por Dios para garantizar la unidad de la Iglesia, desplegó una acti– vidad tan fuerte y universal, que fué como fundamento de la posición política que el pontificado ocupó más tarde. Al lle– gar Atila el 452 a Italia, León, accediendo a los ruegos del (I) f]ardenhewer, Patrologie, 2.ª ed . p. 403. 432.

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