BCCCAP00000000000000000001368

-Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?– Alguien empapó una esponja en vinagre, la puso en una caña y le daba de beber. Pero J e.,n· s con fuerte voz dijo: -Padre, en tus manos enco1Liendo mí es– píritu-. Y al decir ésto, expiró.» (Evangelio.) «Así quiso el Padre, por medio de El, reconciliar todas las cosas consigo, tanto las de la tierra como las del cielo, pacificándolas por la sangre de su Cruz.» (Col . 1, 20.) «Acordaos, pues, de que ahora en Cristo, vosotros, habeis sido acercados los unos a los otros por la sangre de Cristo. El, en efecto, es nuestra paz.»-Pa– labra de Dios-. (Ef. 2, 13. ) 92 Pausa para meditar y pedir. COLOQUIO FINAL Así muerto quedó y ensangrentado el buen Jesús cuando en la Cruz moría. Esta es la imagen de quien fue inmolado cual Salvador, que al mundo redimía. Olvídate, Señor, de mi pecado por tu piedad, tu amor y tu agonía y derrama en mi alma pecadora la gracia de tu muerte redentora.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz