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ca la cerca, que rodea toda la propiedad en sus 99 kilómetros. El Pacífico Fernando VI tuvo el gusto de construir esta preciosa Puerta qe Hierro en 1753, con sus tres entradas de hermosas verjas. Con su Majestad Alfonso XIII comienza para El Pardo un movimiento reformista de prosperidad y transformación. A nuestra derecha vemos "el cuartel" de Batuecas, recién cedido por el Rey al Madrid-Polo Club, que lo ha embellecido formando praderas para el golf, tenis, etc. A nuestra izquierda también podemos apreciar los te– rrenos cedidos por el mismo Soberano para los Boy– scout madrileños, más los otros cedidos para Escuela Superior de Equitación. Pero son 8 kilómetros los que nos faltan por re– correr hasta el pueblo de El Pardo; y para ello dis– ponemos de un arcaico vehículo, que responde al nom– bre de "maquinilla" (tranvía de vapor); en una hora podemos hacer el recorrido. Acomodados en la "veloz" maquinilla, además de la bien cuidada carretera por la que circulan constante– mente automóviles, bicis y motocicletas, vemos el bos– que compacto de encinas y hasta una playa. Observa ese flamante puente de piedra sobre el Man– zanares; es el de San Femando, construido durante el reinado de Fernando VI, con seis ojos y las estatuas de San Femando y Santa Bárbara, patronos del Rey y la Reina Dña. Bárbara de Portugal, hace dos siglos. Sí, en El Pardo encontrarás un restaurante, "La Montaña" y dos casas de huéspedes: "La Zamorana" y "La Madrileña". Tambien dispondrás de teléfono y te- 21