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Concretando: * Vivir en espacios más sencillos, con menos estructura, que facili– ten una vida fraterna más familiar, más cercana. * Ayudar más a todos. Si los hermanos comparten la misma misión, evitando la dispersión de trabajos, que suele ser lo que dificulta más las cosas más sencillas: los encuentros, etc. * Inserciones en lugares más de frontera. Hoy el colectivo de marginados aumenta. Son muchos los espacios en los que podemos comprometernos. * De entrada, apoyar las iniciativas nuevas de hermanos que buscan nuevos campos ... aunque eso signifique el abandono de presencias de años de tradición. * Llegar a Proyectos Comunitarios reales, en los que se potencie la colaboración mutua y se destaque el esfuerzo de los hermanos para encontrarse en la Oración y la Palabra. * Potenciar casas de oración. * Preocuparnos por la Formación Permanente, no sólo a nivel intelectual, sino estando al tanto de lo que nos pide la Iglesia: una formación para la vida. * Valorar nuestra propia espiritualidad, en vez de meternos con otros movimientos "de fuera". * Ser capaces de ofrecer y de compartir de manera sencilla liturgia y mesa. * Crear cauces de formación de cristianos. 3. ¿Qué retos de nuestra sociedad merecen una respuesta adecuada? A pesar de que en los grupos se constatan las diferencias de aprecia– ción, cuando se trata de señalar los retos -y por lo tanto las respuestas– se enumeran los siguientes: Nuestra sociedad es pragmática y exige frutos; pero hemos de tener en cuenta que nuestra misión no es recoger frutos, sino sembrar. 95 ---------------·--·-~-------