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l. A la luz de nuestro carisma y según el espíritu de san Francisco, ¿ cuáles son hoy las urgencias de nuestra vida para un auténtico testimonio de servicio de la Iglesia en el mundo de hoy? Vivir el Evangelio en fraternidad, sin preocuparnos de la situación de invierno en que nos hallamos. El problema es que queremos construir fraternidad de las sobras, y esto no es posible. Sólo se construye fraternidad dando lo mejor, lo bueno. Cada uno debe ser responsable de sí mismo y de la fraternidad. Ser más evangélicos en nuestras relaciones fraternas, así como en las relaciones con los que acuden a nosotros. Usando un símil del lenguaje comercial, cuidar: * La venta del producto: propaganda. * La fabricación: formación. * La investigación: hay urgencia de reinventar nuestra identidad. Esta tarea se debe realizar en tiempo de oración. Al reconocer nuestra crisis como fraternidad y como personas, debemos ser menores: Siendo luz: se apaga cuando no hace falta. Siendo sal: es poquita y desaparece después de salar. Siendo fermento: actúa en la masa. Es necesario tomar iniciativas, para no tener que hacer por necesidad lo que debíamos hacer por convicción. Como urgencias se señalan: * Amar y querer al hermano en un proceso de maduración, que tiene sus retrocesos y caídas. Este amor d.ebe vivirse en las cosas concretas y prácticas de cada día. · * Reforzar la oración: ejercicios y oración de fraternidad. * Formación de los hermanos en el campo teológico, sobre todo. * Saber presentar y hacer atractiva nuestra vida. * Estudiar y llevar a la práctica vías serias de inserción entre los pobres y los marginados. 93 --------- -~-