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la animación espiritual con las respuestas a las necesidades del grupo; entonces con seguridad se gana en eficacia, pero la comunidad ha cedido su responsabilidad a alguien de fuera ... y comenzará su declive ya que ha dejado de ser comunidad, para convertirse en sociedad que durará hasta que venga otra que realice mejor su tarea. Este verano suele durar un siglo: Frutos de santidad, de apostolado, de presencia. 4. Otoño. La vendimia y su esplendor impide ver la caída de la hoja. Es época de grandes proyectos, para los cuales se cuenta con grandes medios. Pero la historia pesa y la tentación de mirar atrás pesa más aún. El invierno se adelantará en una orden que se dedique a contemplar el pasado, a estar satisfecha con su situación presente y sin horizontes escatológicos. Es un poco la historia de la ciudad alegre y confiada. Será animador aquél que sepamirar al pasado para descubrir mejor las fuentes: el fundador, la regla, la comunidad primigenia y traducir el carisma fundacional, con originalidad creativa, a la vida, y a la vida para que se convierta en testimonio de fe. Estudiar las fuentes sin más es tarea de historiadores; el animador y la comunidad deben beber en ellas, para refundarse antes de que llegue el invierno. 5. Invierno. Una epidemia o una revolución aceleran un final que nadie desea y éstos serían casos extraordinarios de extinción; pero en casos normales se puede comprobar que a los doscientos años de una fundación siempre hay decadencia. Esta decadencia se quiere contener manteniendo el número de casas y de compromisos, aun cuando el número de miembros de la orden haya disminuido. El resultado es contraproducente. Sabemos, por ejemplo, que los antoninos comenzaron el siglo XV con 296 hospitales, y a comienzos del XVI la orden de malta se tuvo que hacer cargo de ellos. 88

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