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Y junto con su fragilidad y su espiritualidad, el hombre es espíritu que desarrolla su capacidad suprema: la de contactar con el Espíritu de Dios, que va a potenciar toda su existencia hasta hacerlo Imagen de Dios mismo. En definitiva, la conclusión que deberíamos sacar es que no hay frailes Superman ni las comunidades son la Arcadia feliz. En el terreno de la animación espiritual no hay puntos que marquen un más o un menos. Se trata de la comunidad del Resucitado que siempre estará en trance de hacer nuevas todas las cosas, por el Espíritu que la dinamiza 88 • 3. Animación espiritual desde la Eclesiología. La experiencia religiosa de Jesús se prolonga en la Iglesia, que se dirige al Padre, sintiéndose hija en el Hijo, unida como discípula al Hijo, conducida por el Espíritu para el servicio del pobre. Pero "La Iglesia no puede considerarse como una pura reedición de la historia de Jesús, sino que debe verse como acontecimiento de su Espíritu. En otras palabras, la relación entre Jesús y la Iglesia no puede reducirse a la relación entre un fundador y su institución (relación de sucesión: primero Jesús y luego la Iglesia), es más bien una relación de sacramentalidad: primero Jesús que prepara la Iglesia, luego Jesús en el Espíritu, que vive en la Iglesia. Sin el don del Espíritu no se da el "nosotros" eclesial (Cf. He 15,28). No hay, por tanto, Iglesia sin Espíritu: "Donde está la Iglesia, allí está el Espíritu de Dios; y donde está el Espíritu de Dios, allí está la Iglesia y toda su gracia (Ireneo, Adv Haer, III, 24,1)" 89 • La comunidad religiosa, lejos de ser una fotocopia de las iglesias del 88 Cf GoNZÁLEZ FAus, J.I., Este es el hombre. Estudio sobre la identidad cristiana y la realización humana, Sal Terrae, Santander, 1980; HEITMAAN, C. - MüHLEN, H., Experiencia y teología del Espíritu Santo, Salamanca, 1978; ESPEJA, J., Creer en el Espíritu Santo, BAC, Madrid, 1998. 89 LAMBIASI, F., Espíritu Santo, Dice. de Teol. Fundamental de R. Latourelle, Paulinas, 1990, pg 395. 80