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Se constata también que el diálogo ya existe, y que la escucha es sólo una parte del mismo. 7. ¿Qué elementos o situaciones crees quepueden facilitar la tarea del superior local en orden a conseguir una fraternidad más viva, más evangélica? Que sea una fraternidad viable, humanamente factible, sin excluir la capacidad de conversión de los hermanos. En los conflictos insolubles, el último recurso será una votación. Se deben atender los detalles y atenciones materiales en cuanto a las necesidades ordinarias, como ropa, higiene, libros, prensa. Para esto, se puede utilizar la costumbre de entregar dinero, ocolocar una caja común, según las circunstancias. Se deben cuidar también los detalles en la decoración de las casas, capilla, sala de estar... Dar importancia a los retiros, rezo del Oficio Divino, etc. Que cada uno se sienta realizado en su trabajo. 8. ¿Qué te sugiere eso de revisar el concepto de obediencia y darle legislativamente más contenidos en orden a un servicio más eficaz por parte de los superiores? Nos parece que está suficientemente explicitado lo que puede mandar un guardián. La corrección fraterna es un medio muy eficaz, aunque se reconoce que es muy difícil realizarla de una forma adecuada. Parece una opinión común que los guardianes se inhiben bastante en su ejercicio de mandar y animar, sobre todo con algunos hermanos. Por otra parte, no hay mucho que mandar. No estaría de más el poner a evaluación, en casos puntuales, la decisión del guardián. 74