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SER SUPERIOR LOCAL EN EL HOY DE NUESTROS DÍAS Jesús-LucAS RODRÍGUEZ l. Qué se pretende en esta reflexión En este trabajo quisiera describir. Me gustaría describir la situación actual en la que se encuentra el oficio de superior local o guardián dentro de las fraternidades capuchinas en nuestra área geográfica del hoy de nuestros días. Sé que no es fácil eso de ser imparcial en lo que uno vive, pues siempre aparecen "pinceladas", más o menos ocultas, de nuestra propia forma de ver las cosas. Es difícil el no ser tendencioso, cuando uno emite un juicio en el campo de la propia existencia cotidiana. Sin embargo, voy a intentar ser todo lo objetivo que pueda, contando las penas, las glorias e incluso los milagros de este discutido oficio de superior local. Una vez hecha esta descripción objetiva de la que hablaba arriba, intentaré desarrollar a lo largo de toda la exposición una apología de este oficio de guardián capuchino. Y más que del oficio desearía hacer una defensa de los propios guardianes frente a las dificultades en las hoy se hallan: incomprensiones de los hermanos súbditos, falta de apoyo de los hermanos provinciales, ambiente indisciplinado en el que nos movemos, -por aquello de que con eso del "diálogo" hacemos lo que queremos-. Sería para mi un gozo el saber expresar una denuncia: que no se debe abusar de quien con espíritu de buena fe se ofrece en la obediencia para ser "ministro y siervo de la Fraternidad", aunque todos sepamos lo que estas palabras significan en la terminología del Poverello de Asís. 2. Situación actual de los superiores capuchinos Bien me creo que el oficio de superior local nunca ha sido fácil. Este cargo desgasta, exige dosis de paciencia, de tolerancia, de saber esperar. 59