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tarea complicada que no ha recibido la ayuda de la tradición, más propensa a ejercer este ministerio desde el gobierno que desde la animación. Por eso vemos "con temor y temblor" que se nos pida una forma de ejercer el guardianato, para el que no estamos preparados ni, muchas veces, nos sentimos con fuerzas para realizarlo de un modo competente. Pero "con estos juncos hay que hacer el cesto"; por lo tanto, no es tiempo de lamentaciones, sino de intentar hacer lo posible, para que esto siga adelante y podamos vivir con relativa paz y tranquilidad nuestra vocación de Evangelio dentro de la Fraternidad. Rastreando las Fuentes Franciscanas, se pueden ver unos medios que hagan posible esta animación. Entre ellos están: l. la celebración de la fe 2. el diálogo fraterno 3. los Capítulos locales 4. los Proyectos Comunitarios 5. la Formación permanente, etc. 1. La celebración de la fe Aunque vivamos en un lugar -la Fraternidad- donde lo religioso todavía mantiene su sentido, la verdad es que la secularización de la sociedad pone a prueba nuestra fe. Desde distintas partes se nos cuestiona la viabilidad de lo religioso, por lo que necesitamos no sólo una formación apropiada para dar razón de este hecho, sino una experiencia a niveles profundos, que justifique la opción de vida religiosa que es la Fraternidad. La fe, para que permanezca viva, necesita celebrarse; y una celebra– ción no puede sustentarse sólo en s~ntimientos mudos, sino que requiere su verbalización para ser compartida y asumida por toda la Fraternidad. La Liturgia de las Horas y la Eucaristía, así como los tiempos de oración 36 , pueden ser momentos donde la animación sea más necesaria 36 1 Regla 3, 3-10; 2 Regla 3, 1-4; Carta a la Orden 30-33 27 -·--- --- ~-----·---