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como son la Provincia, la Orden, la Iglesia, el Mundo. La Fraternidad debe mantenerse significativa y servicial para todos estos ámbitos antes dichos; por lo que esta garantía de unidad abierta que ofrece el guardián con su ministerio, es un servicio imprescindible a la Fraternidad. Por otra parte, aunque aceptemos que el ministerio del guardián tenga una función institucional, no por ello es el único responsable de que la Fraternidad responda a sus fines. A él el tocará armonizar las distintas corresponsabilidades, para que la Fraternidad pueda crecer en su fi– delidad al Proyecto de Vida. Así pues, el ministerio del guardián es un servicio fraterno -no paterno- con las consecuencias que esto conlleva. b) Saber discernir Si el ministerio del guardián consiste en mantener a los hermanos atentos a la llamada del Señor -a la "Vida del Evangelio"- para poder responder con fidelidad, una de las cualidades de este servicio será el saber discernir la voluntad de Dios sobre la Fraternidad 30 • Este discernimiento supone percibir con lucidez "dónde nos halla– mos" en el proceso de cambio que experimenta la sociedad y la Iglesia; "en qué situación concreta" se encuentra la Fraternidad con relación a la Provincia y a la Orden, y "hacia dónde" tiene que orientar su vida y actividad. * Una sociedad y una Iglesia cambiantes Para que una Fraternidad sea significante tiene que estar en sintonía con el entorno, tanto sociocultural como religioso.No es aquí el momen– to para describir el cambio tan rápido que se está dando en la sociedad, ni el más lento de la Iglesia. Solamente subrayar que la voluntad de Dios se nos manifiesta siempre a través de la historia presente, personas y acontecimientos; por lo tanto habrá que permanecer críticamente sensi– bles al hoy, para no perder la oportunidad. 30 1 Regla 22,9· 19 23 -- ---~ - ----------------- --- ----- -- --- -

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