BCCCAP00000000000000000001366

la paciencia se mantenga en los labios y la perseverancia afiance los comportamientos". Tenernos que educarnos en una disponibilidad ofre– cida antes de que nos la pidan, y eso debe nacer de una conversión de nuestro corazón. O nos convertirnos, o nos quedaremos en la orilla del individualismo, del egoísmo, del esperar a que nos lo manden. La obediencia del futuro exigirá, corno siempre ha exigido, mucha pacien– cia, tanto en las palabras como en los hechos. La obediencia del futuro requerirá la perseverancia en la disponibilidad. La obediencia, en el futura, requerirá no desanimarse, al ver que unos se muestran más disponibles que otros. No habrá que desanimarse al caer en la cuenta que unos se dan más que otros. Eso lo ha habido siempre. Lo importante es no desfallecer en esa disponibilidad que nace en la llamada de Dios a darnos del todo, de buena gana, con generosidad, convirtiéndonos incluso en modelos de los demás. Conclusión Lo fraterno es tarea de todos. Hemos de educarnos para la disponibi– lidad, para el "hacer" sin que nadie nos lo mande. Todos tenemos la responsabilidad de construir. La tarea de los superiores no es ya la de mandar cosas. Su tarea es la de animar, la de encauzar fuerzas construc– tivas que nazcan de la disponibilidad de los hermanos o hermanas. La vida religiosa actual tiene unos esquemas de funcionamiento que hay que remodelar en sus formas, en sus contenidos, en su rendimiento. Vivimos con estructuras jerárquicas de ayer, que no responden al hoy de nuestros días. Si, felizmente, ya terminaron los tiempos en los cuales el superior pudo ser alguna vez un tirano, un dictador, y los súbditos no tenían otro remedio que obedecer, otro remedio que humillarse a las posibles arbitrariedades de la jerarquía, hoy se nos invita a ser creativos. Debemos ser creativos para crear nuevas estructuras de fraternidad. Tenemos que revisar los papeles que le corresponden al superior y los que le corresponden al resto de los miembros de la comunidad. Somos hijos de una nueva era y aún nos queda, además de una rica Í91