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teniendo casas relativamente espaciosas, -a menudo pensadas, y real– mente ocupadas antaño por más hermanos- habían dejado, con la dis– minución numérica, unos espacios disponibles. Así es, puesto que de las 66 casas, 35 han puesto a disposición de grupos de la propia comunidad cristiana, y de otros de diversa índole, los espacios sobrantes, en un ejemplo de lo que se suele llamar "destinación social de nuestros bienes". Y, además, con una generosidad digna de hermanos menores: de los 35, 20 se destinan a acoger a los que acuden a nuestras casas para compartir con nosotros sus anhelos y actividades, y otros 15 que siguen su propio camino: 3 como entidades de gestión independiente, más o menos vinculada a obras eclesiales y apostólicas, 6 cedidos gratuitamen– te y otros 6 en régimen de alquiler. 4. Entorno sociológico actual ¿Dónde están ubicadas nuestras casas? Previo al análisis del entorno inmediato, -barrio, clase social de sus habitantes- nos parece interesante sacar un apunte del tipo de núcleo urbano en el que se asientan. Así, pues: 36 casas en ciudades que superan los 100.000 habitantes. Quedan solamente 30 en núcleos menores, que se distribuyen de esta forma: - 8 en núcleos de 30.000 a 90.000 habitantes, que ejercen cierta capitalidad de una región o provincia. - 8 están entre los 10.000 y los 30.000 habitantes. - 12 se sitúan entre los 5.000 y los 10.000 habitantes. - El Pardo, Montehano y Orito se encuentran en zonas alejadas de población. Otro dato significativo es que se da cierta concentración de casas en ciudades que ejercen cierta capitalidad en nuestra distribución provin– cial, coincidente con una capitalidad de tipo civil: 124