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también una descompensación cerebral con alteraciones cognitivas y afectivas. La atención psicológica obliga a un acompañamiento personal y una cercanía comunitaria. La presencia de jóvenes puede ser adecuada: la cercanía al abuelo ofrece menos problema y conflicto que la cercanía a las figuras paternas. Un anciano puede jugar un papel muy positivo en una comunidad formativa. Es testigo de muchas cosas. Es la imagen del Arquetipo Inconsciente del viejo sabio -en la teoría de Jung-. Tendríamos que recuperar la dimensión materna que todos, hombres y mujeres, poseemos. El viejo se convierte a veces en un ser necesitado de cercanía y ternura maternal, que no debería impedirnos el falso pudor masculino. 2. PROFESIONALISMO Un logro previo: La nueva significación de la pobreza. El mismo contenido de la pobreza evangélica sabemos que es interdependiente de las condiciones económicas de nuestro tiempo. Por ello, se puede afirmar con toda razón que el voto de pobreza viene a ser el más determinado socialmente y que lo que en otro tiempo podía considerarse como signo de pobreza evangélica, hoy día, en nuestras sociedades occidentales se convierte fácilmente en un anti-signo. Así ha ocurrido, por ejemplo, con el comportamiento de la mendici– dad. La pobreza hoy resulta inseparable de una identificación con el Cristo que trabaja en Nazaret y que en su vida pública se identifica con los pobres. Siglos atrás se consideraba pobre al que, dejando que la Providencia pensara en sus necesidades por medio de los bienhechores, vivía de la limosna. Hoy, en cambio, la misma Iglesia, con términos cada día más claros, invita a todos los religiosos a someterse a la común ley del trabajo: Este es el deber que a vosotros os toca: mirarpor vuestra vida, la de vuestros 103