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datado y documentado. Y por eso vamos y van a visitar su sepulcro infinidad de personas, no solo católicos. Y casi todos llevados de un espíritu penitencial. De modo que haber ido a Santiago es un acto que se considera escrito en el Libro de la Vida. Ahora cada cual tome nota y viva su pequeño o grande apostolado y su martirio pequeño o grande por la causa de Jesús. *** Domingo XVIII. A.7 de Agosto de 2011. l. Isa. 55, 1-3 Suele decirse que, cuando alguien escucha embelesado a un orador "se bebe sus palabras". Los discípulos aprovechados beben y comen las palabras y signos que los maestros les proponen. Los enamorados se comen y beben las palabras que se dirigen. Y los metidos en políticos o creencias se comen y beben las palabras de los maestros. A eso se refieren los párrafos de la primera lectura. Es evidente que Dios no pretende fomentar la vagancia, ofreciendo vituallas a los perezosos, sino que la gran pobreza que existe en nosotros respecto a los valores de la Fe y de los misterios de Dios, se remedia acercándose al lugar donde se ofrecen palabras transcendentales y edificantes. Por estar cerca de Dios no se paga nada porque es impagable el regalo de la Fe. La desgana de metemos en misterios, a veces nos aparta y aleja de Dios. Por eso los profetas tuvieron y tienen el encargo de ofertar el producto divino: las palabras de salvación y también los hechos salvadores que, como en el caso de Israel, han sido maravillosos de generación en generación. El hecho de estar presentes en esta Eucaristía, demuestra que nosotros queremos recibir 97