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La lucha por existir es ir contra corriente o a favor de la corriente, pero no se puede conseguir algo desde la rutina y la poltrona. Viendo lo que cuesta un alumbramiento podría pensarse que es un disparate por el cómo y para qué. Tener un hijo es maravilloso y amar es el camino. Escatimar de la natura ambas cosas es ir contra natura. Consideración curiosa es que cuando disminuyen los partos, sea la naturaleza la que revienta con dolores de parto. En estas consideraciones se encuentra Pablo, que ya conocía las modernidades que son repetición de lo antiguo, aunque con vestimentas novedosas. Se ahogaban los ancianos, se tiraban por la roca Tarpeya los hijos no deseados y se cultivaba la violencia política a muerte. Hizo falta que el alumbramiento en aquella época consistiera en emparentarse con nueva mentalidad. Y así en aquellos días el anciano Juan escribió las palabras más grandes que jamás se habían propuesto: El Logos asumió la condición humana: Dios se hace humano, y así testimonia que el Hijo es redentor, pues vive nuestra misma condición... III. Mat. 13, 1-23 La siembra, 30, 60 y 100 por uno. Unas medidas al alcance de todos, según conciencia y anhelo de perfección. Esos porcentajes se dan en todo, señaladamente en estos meses finales de los cursos. Cuántos lamentos por haber cedido a la juerga del botellón, o haber inventado excusas para orillar la formación, y al llegar la hora no se puede armar un currículo que merezca la atención de los empleadores. En la siembra de los cereales no vale apretar el puño para escatimar algunos granos. Al finalizar de la vida nos examinarán del amor. Que debe consistir en querer al prójimo como a uno mismo. Pero si falla el amor a 89