BCCCAP00000000000000000001357

Homilías del Ciclo A. Páginas 6 a 132 Adviento 2010 a 11. Domingo 1 º. 28 Noviembre 2010. I. Isa. 2, 1-5 La profecía de la primera lectura es positiva hasta el entusiasmo. Se refiere a los tiempos mesiánicos, los que estarán bajo la influencia del Mesías. Nosotros sabemos quién era y es ese Mesías: Es nuestro Señor Jesucristo. Este templo es hoy el Monte del Señor, a donde confluyen, confluyeron y confluirán multitudes. Y todas las gentes que suban a este Monte y a cualquier otro templo del mundo cristiano, lo hará con la intención de desposeerse de las armas de la violencia para convertirlas en arados. Esta imagen es familiar para muchos que hemos sido y fuisteis campesinos. Y los demás lo ven en las películas. Quiere decir que se harán labores de progreso mediante el esfuerzo de todos. Y en las familias y pueblos no habrá oficio de guerreros. Ideal maravilloso, que necesitaba Israel, pueblo atosigado de esclavitudes y violencias en los días del profeta Isaías. Por la esperanza que siembran las palabras de Isaías se le ha llamado el quinto evangelista. Pues bien, si en este momento estamos en el monte del Señor, pidamos la gracia de cumplir en algo esas visiones tan positivas. II. Rom. 13, 11-14 San Pablo ya padecía del desengaño de ver que las fiestas de sus cristianos empezaban a ser pretexto para comilonas y francachelas. Y rogaba andar como en pleno día, a la vista de todos, con dignidad. Seguramente los que estamos ahora en el Monte del 7

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz