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Resucitó. Este es el detalle. Toda siembra lleva la muerte, pero solo así hay cosecha. Por eso tenemos que aceptar que Jesús es imagen de su Padre porque nos ofrece la Resurrección y la vida eterna. Somos, gracias a Jesucristo, raza elegida, sacerdotes en el mundo, pueblo consagrado y proclamadores de la misericordia del Señor. De modo acertado o defectuoso hacemos ese oficio de santificación, y seguramente habrá oyentes o testigos agradecidos. Para san Pedro nosotros somos piedras vivas que bien conjuntadas forman un templo, donde todo acto tiene el valor de sacrificio, o sea de acto salvador. Hagamos de nuestras personas y de los actos apropiados, sacrificios agradables para uno mismo. Con la Palabra de Dios y los sacramentos santificamos la vida. *** Domingo VIº de Pascua A, 29 de Mayo 2011. l. Hechos, 8, 5-8.14-17. Estabilizada la Comunidad cristiana de Jerusalén se decide expandirse y curiosamente es un diácono llamado Felipe y un territorio llamado Samaría donde se producen reacciones maravillosas ante la predicación de Felipe. Samaria era parte de Palestina habitada por gentes que procedían de los repatriados del destierro que hacía siglos habían sufridos de parte de los reyes de Asiria. Tenían y tienen aún maneras especiales de cultivar la Ley de Moisés. Seguramente en aquel destierro se mezclaron con gentes de otras creencias de modo que al ser repatriados fueron considerados como contagiados y 69