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obispos. El Diaconado, que existe, significa serv1c10. Todos somos diáconos o servidores; aunque no tengamos el título, sí tenemos el oficio. Cada cual debe dar a sus servicios la categoría de actos fraternales y salvadores para uno y para los demás. II. l ª Pedro2, 4-9 Somos, gracias a Jesucristo, raza elegida, sacerdotes en el mundo, pueblo consagrado y proclamadores de la misericordia del Señor. De modo acertado o defectuoso hacemos ese oficio de santificación, y seguramente habrá oyentes o testigos agradecidos. Para san Pedro nosotros somos piedras vivas que bien conjuntadas forman un templo, donde todo acto tiene el valor de sacrificio, o sea de acto salvador. Hagamos de nuestras personas y de los actos apropiados, sacrificios agradables para uno mismo. Con la Palabra de Dios y los sacramentos santificamos la vida. III Juan 14,1-12 Nos quejamos de no ver a Dios. Pues bien, a Dios se le ve por Jesucristo. Las acciones de Jesús son acciones del Padre. La cuestión que se plantea es si Jesús es Hijo de Dios. Pero alguien manifiestamente débil, tomando forma de esclavo, ¿puede ser imagen de Dios? Pues así es. "Quien me ve a mí, ve a mi Padre". Por lo que parece que es voluntad de Dios ser visto como débil, pobre, sometido a los caprichos humanos, y quedando solo como el que tendrá la última palabra. No está Dios presentado a nuestro gusto, porque queremos verle enorme y pudiente. Pues en Jesús hay obras de Dios que no son poderosas sino casi inaceptables. Jesús es sometido a juicios, a maltratos, a la muerte ... ¿Es así imagen de Dios? Pues lo es siempre que añadamos que 68