BCCCAP00000000000000000001357
Queremos tener apaciguado al Dios que nos han enseñado, y a veces queremos tenerle contento por nuestras obras. Dios quiere ser glorificado como quiere ser glorificado el padre por los triunfos de su hijo y el hijo hace muy bien en luchar por tener contentos a los padres. Pero el hijo no añade nada a los padres, y ellos son glorificados por el triunfo de los hijos. Y por los hijos lo dan todo. El Padre Dios no dio todo en su Hijo. Y por eso Jesús hubo de pasar por las experiencias de una vida que tuvo de todo. Al fin, gracias a su esfuerzo de cada día, se ha convertido en el modelo absoluto. Y eso es lo convierte en Salvador. Es ante nosotros donde tiene méritos Jesús. Y por eso sentimos ánimos al verle tanto en Belén como en Caná o en la Pasión. Nuestras experiencias son parecidas a las suyas, y por eso las afrontamos con ánimo y seguridad de salvación. Dichosos los que creamos sin haber visto a Jesús. La fe es superior a ver y saber. Y queremos expresarla diciendo Creo en Dios ... *** Domingo 3 ° A de Pascua. 8 de Mayo de 2011. I Hechos 2, 14, 22-33. Llama la atención la seguridad con que el Apóstol san Pedro habla de Cristo, como elegido de Dios, para salvarnos con su muerte y resurrección. Seguramente la conciencia de su negación y el posterior amor que le mostró Jesús, le hicieron ver el infinito valor de la persona de Jesús como Salvador y Cristo. Además era testigo de que los judíos habían aceptado que Jesús había sido robado del sepulcro, y que por tanto, no estaba de verdad resucitado. Por eso insiste en que "vosotros, los judíos, le hicisteis morir por manos de paganos, pero Dios lo resucitó, 62
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz