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faltaba ponderar al Espíritu y meterlo en la personal jaula. Fueron tiempos de una saturación espiritual que se sentía como conquista de Dios. Luego los desarrollos, la ausencia de predicaciones oportunas desencajó el programa, porque no eran tiempos para confiar responsabilidades a los seglares. Pero infinidad de aquellos resucitados siguen en el ideal y lo transmitieron a sus hijos. Y son en estos tiempos conciliares esos pequeños rebaños a los cuales se encomienda el Reino. III. Juan 26, 1-9 El suceso de la resurrección y del sepulcro vacío es contado de varias maneras, según cada evangelista. Especialmente se resalta la participación esencial de las mujeres. Y como ocurre cuando hay varios testigos cada cual en fracción de segundos ha captado detalles que otros no vieron y que a su vez ofertan los suyos. En esencia las mujeres piadosas imaginan que pueden retocar el cuerpo de Jesús para que quede bien embalsamado, olvidando que la piedra es enorme y hay guardas ... Y se encuentran con Jesús y le besan los pies y él les manda que lo anuncien. Pero la Magdalena se va por su cuenta y halla el sepulcro vacío y piensa que han robado el cuerpo, porque es probable que hubiera escuchado el mandato de los Jefes de que corrieran la especie de que el cadáver había sido robado. Pero enseguida oye la Voz de Jesús y asume el encargo de anunciarlo a Pedro y compañeros. Y ahí viene el relato de lo visto y hallado en el sepulcro. Mortajas y nada más. Por eso algunos dicen, bien pues parece que no hay nada que esperar vamos a la finca. Y se narra el viaje a Emaús, con el banquete de la cena y la siguiente aparición. Muchos autores se empeñan en hallar problemas sobre 59