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La mujer de Samaría va a buscar agua al pozo de Jacob. Un pozo inagotable que tenía más de dos mil años. ¡Cuántos milagros caseros y campesinos habrían logrado los calderos de agua que aquella mujer había manejado! Quizá iba meditando en esas cosas cuando ve sentado en el brocal del pozo a un judío. No se tratan judíos y samaritanos ... Y Jesús rompe el silencio con una petición, pienso que humilde. Mujer, dame de beber. Seguramente suena mejor si le dijera "por favor, ¿me das un poco de agua?". El caso es que le pide agua, y ella replica que es raro que un judío pida agua a una persona despreciada como hereje, por ser samaritana. No se tratan judíos con samaritanos. Los samaritanos había tenido un reino que fue destruido hacía cientos de años. Y cuando volvieron de su destierro fabricaron un templo rival del de Jerusalén. Mujer, si supieras quién es el que te pide de beber seguramente le pediría tu de beber a él. Te parece profundo el pozo y que yo no tengo cántaro, pero es que yo regalo agua viva que dura hasta el cielo. Tu agua no mata la sed. ++ Pues dame de esa agua...Porque veo que eres profeta. Explícame dónde debemos adorar a Dios.++ **Pues a Dios se le adora en todas partes porque es espíritu. Ni vuestro templo ni el nuestro rinden culto verdadero. El Espíritu y la verdad son los fundamentos del culto verdadero.** ++ El Mesías lo aclarará cuando venga++. ** Yo soy, el que habla contigo** Desenlace: la mujer habla de Jesús en el pueblo, el pueblo viene a ver a Jesús y Jesús se queda allí unos días. Porque los samaritanos son parte del trigo de Dios. Sin duda es un pasaje en el que lo divino de Jesús se muestra muy humano. Y entendemos mejor la importancia del agua bautismal. 51

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