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II. 2ªTesal.1, 11-2,2 Con san Pablo: Aún suele decirse que el Señor nos coja confesados. No porque pensemos que está cerca el fin del mundo, sino nuestro fin personal. Ese es justamente el fin del mundo. De nuestro mundo. Hubo milenaristas que pensaban que en el año mil se acababa el mundo. Y muchos dejaron el trabajo y se metieron a falsos místicos, y quedaron empobrecidos. Y San Pablo tuvo que andar pidiendo limosnas para ellos. San Pablo había dicho algo así como que el fin estaba a la vuelta de la esquina. Y tuvo que desdecirse y señalar que es mejor no andar hablando de fines del mundo sino del fin del mundo del pecado. Y en positivo, que el mundo admite arreglos y no destrucciones. Y cada uno necesita arreglarse al día y no esperar a lo que lo agarren los tsunamis o los volcanes. III. Luc. 19, 1-10. Precisamente la escena del encuentro de Jesús con Zaqueo significa el mejoramiento que se puede conseguir invitando a Jesús a ser nuestro huésped, o invitándole a hospedamos. Ese mundo que llamamos de la GRACIA consiste en crear y mantener y mejorar las relaciones entre el Señor y nosotros. El caso es que Zaqueo reconoce que ha fallado y ante Jesús comprende que hay que devolver todo o el doble de lo mal adquirido. El salir de las malas situaciones es volver a ser Hijos de Abrahán *** Domingo XXXII C, 201 O I. 2ºMacab 7, 1-2. 9-14 La manía del pensamiento ÚNICO es tan vieja como el hombre. Mientras no hubo consultas al Pueblo cada 392