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o un cenáculo de oración. Cosa similar a lo que hace la religiosidad popular cristiana: acopiar tierras y aguas santas. Y es que la tierra y el agua son los progenitores de la vida material, o sea de la que se manifiesta a nuestros ojos. Por lo mismo deben ser transmisoras de vida sobrenatural. Y así con el agua se Bautiza a los que van a entrar en la Iglesia y la tierra se bendice cuando se entregan las personas a la vida futura. El agua necesita de la tierra y la tierra necesita del agua. Tener fe en el agua bendita y la tierra traída de lugares santos es un respetable signo de fe popular. El Pueblo siempre tiene razón. Elíseo no cobró nada por haber señalado al personaje la fórmula de curarse en el Jordán: debía entrar y salir siete veces. Y cumplió. Y el curado en complemento tangible, pidió tierra. Probablemente la tomó como seguro de vida que le otorgaba el Dios de Israel. No hay que tomar a broma las devociones del Pueblo. II. 2ª Timo., 2, 8-13 La Fe en Dios se apoya esencialmente en la Persona de su Hijo Jesús. Por eso no basta decir que se cree en Dios si a la vez no se añade "y Padre de nuestro Señor Jesucristo". Estas fórmulas de apoyar la fe en la Persona de Jesús la emplea San Pablo de modo casi obsesivo. Y es que la fe de Pablo había estado atada a las fórmulas de la Ley de Moisés y a las enseñanzas de los profetas y letrados. Era una fe de laboratorio o de cátedra de filosofía. Es una Fe racional y razonable. Es pura lógica "porque tiene que haber Un Dios, tiene que haber algo en el más allá, ... solemos decir con seguridad clonfiad~ pero no familiar, de Hijos a Padre. Haz memoria de Jesucristo, resucitado de entre los muertos. Cuatro verdades claras: si morimos con él viviremos con él. Si perseveramos reinaremos con él. Pero si lo negamos él 385

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