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para los ricos, y que lo mismo ruega unas gotas de agua, para limpiar las reliquias de los banquetes, que pide que venga un ángel a avisar a los hermanos materialistas, porque si ven a un muerto entrarán en razón; y dice Abrahán, si no hacen caso de la Escritura ni de los profetas, tampoco harán caso aunque un muerto resucite. Hay quien dice: ah, si viera a Dios un minuto sería un creyente feliz. Dice san Pablo que las propias criaturas hablan de Dios. Y dice Jesús: quien me ve, ve al Padre. Siendo la vista el sentido súper perfecto, es el más débil porque cualquier obstáculo perturba las visiones. Creer sin ver es obligado, según Jesús. Busquemos a los que ven. Domingo XXVII C, ordinario. Octubre de 201 O I Habacuc. 1,2-3; 2,2-4 Habacuc es el nombre más raro de toda la Biblia. Sin embargo este profeta es de lo más comentado por los biblistas. Plantea el problema de tener que presenciar y anunciar calamidades y violencias. Y la respuesta de Dios es: el injusto tiene su alma hinchada, pero el justo vive por su fe. Es lo que vemos y presenciamos en nuestras propias vidas. Las calamidades nos acosan, Y le preguntamos al Señor: ¿es que no me quieres, es que no soy buena persona, es que no oyes tantas oraciones? La respuesta de Dios al profeta es que los injustos abusan, pero llegará el tiempo en que se haga justicia y para eso hay que tener Fe. El justo vive de la fe. La frase es casi estremecedora. ¿Significa que el justo debe hallar siempre razonable o inevitable lo que le pasa? ¿O más bien hay que tener fe en OTRA VIDA? Los comentaristas judíos siempre han explicado estas 382

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