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El MANDAMIENTO que tiene que cumplir Timoteo es de asegurar que ningún ser humano o supra humano tenía derecho a proclamar otro Evangelio diferente del que el propio Jesús enseñó a Pablo. Éste dice:" Yo recibí del Señor esto que os transmito". Y en otro sitio: "nadie me enseñó lo que debía hacer sino que el Señor me lo reveló". Seguramente Timoteo leyó en las comunidades mil veces las cartas del maestro Pablo, y con eso tuvo bastante. Además de tener que andar de un lado a otro para animar a los grupos constituidos por él mismo unido a san Pablo. Con Pablo fue Obispo misionero. Dirigente y enseñante. Y báculo del disminuido Pablo, que tuvo muchas calamidades. Pablo le propone ser el mejor de todos los responsables de sus Iglesias. Y que cuide su delicada salud. III. Luc. 16, 19-31 Las apariciones se toman como argumento de lo sobrenatural. Para muchas personas son evidencia dado el fruto que les han producido. Decía San Juan Pablo II: "por sus frutos se conocen". Además hay que dar certeza al dicho, la voz del pueblo es la voz de Dios. El protagonista víctima es el rico, que queda desgracia para siempre. El desventurado de cada día, Lázaro, entra en el Seno de Abrahán. Y en el terrorífico diálogo se palma la supuesta fe en las apariciones como recurso infalible. Abrahán tuvo muchas apanc1ones y tan fructuosas que le proporcionaron una familia que luego se multiplicó como las estrellas del cielo. Total que el epulón viendo en la gloria a Lázaro prohijado por Abrahán, recuerda que hay influencias 381

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