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crearon la Escuela de la Justicia de la que han tomado enseñanza cuantos han sido y serán partidarios del reparto equitativo de bienes. El profeta de hoy, que era campesino, señala los casos de falsificación de las pesas y medidas y de los sobornos contra los empleados ofertando prendas gastadas y sobornos. La falta de entrañas de misericordia es tan frecuente, que casi nadie se salva. de este cargo de conciencia. El engaño y latrocinio a los pobres llega a ser imperdonable. Pequeños hurtos unidos forman uno grande tan sólido que no tiene remisión sino con la devolución. No vale confesarlo si antes no hay propósito de cambiar de conducta. Las leyes sociales han ido remediando muchos abusos, pero quien hace la ley hace la trampa. Y no es improbable que las más relucientes calculadoras tengan un ratón dentro que mordisquea sin descanso. De todas formas lo que nosotros tenemos que hacer es no contentamos con lamentar que eso suceda, sino determinamos a ser absolutamente justos. Porque si el profeta habla de robos en materias tangibles, hoy se puede hablar del despojo de derechos a los inmigrantes que sirven quizá en nuestras casas. 11. Timo. 2, 1-8. Termino comentando las recomendaciones de San Pablo a su muy fiel discípulo y obispo Timoteo. Te encargo que ante todo...O sea, como obligación primordial, el orar por quienes tienen autoridad y oficio de responsables en la sociedad. Exigimos una exquisita atención en las autoridades, prontitud y honradez. Virtudes estupendas. Pero probablemente en vez de orar por tales personas, nos puede la murmuración, la queja, la difamación y más cosas. 376