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Señor y Cristo, son numerosos como las estrellas del cielo. Temperamento decidido, que con su hermano Juan había pedido fuego del cielo para unos que no habían querido hospedar a Jesús, fue ejemplarmente liquidado. Pero, además, se inició una persecución total, y Pedro fue metido en la cárcel y Esteban muerto a pedradas. Y todo bajo el comando de Saulo, que luego sería el más apasionado defensor de Jesús, Señor y Cristo. II. 2ª Cor. 4, 7-15 Esa fe es el tesoro que llevamos en vasos de barro. Ese es nuestro misterio. En nuestra fragilidad está la grandeza y piedad de Dios, por Jesucristo, que es la muestra de esa verdad. La dignidad humana se define, porque es doctrina de Jesús, como familia suya y su Padre es nuestro Padre. Por la dignidad humana ha luchado el Cristianismo, defendiendo al concebido, al nacido y al envejecido: para todos es la vida. Vida huma que se transfigura por la entrada en la Iglesia mediante el Bautismo y sacramentos y cultos sucesivos., Por eso modernamente en vez de dedicar palabras humillantes y ofensivas hacia el propio yo hacia el prójimo, hablamos de la estima, que significa la Valorización de nuestras personas. Hay momentos en que se devalúan las monedas y otros en que se revalúan. Ahora estamos en la revaluación de la persona humana. Y no solo los creyentes sino las sociedades. Si bien existe una terrible contradicción en hablar de la estima por las personas, y en propiciar la eliminación de los concebidos, en nombre de la liberación de la mujer. Es precisamente en la madre donde se cumplen las bellas palabras de san Pablo: llevamos un tesoro en vasos de barro. Dejando a un lado el barro, consideremos el tesoro. 351
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