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moral y espiritualmente el esfuerzo también debe crear callos en las manos. San Lorenzo anduvo por varias naciones, siempre a pie, de modo que tenía encallecidos los pies. Y cumplía la profecía: Bienaventurados los pies de quienes andan por el mundo predicando la paz y hablando de las maravillas de Dios. III.Luc 1O, 38-42 Marta es la acción, María la contemplación. No se excluían. Y la queja de Marta tiene un sentido de ciertos celos porque su hermana se sentía muy a gusto oyendo palabras, mientras Marta oía los chisporroteos de las llamas en su cocina. Se trata de una disputa muy humana, porque quien tiene que ejecutar una obra quiere que nadie se distraiga. Y Jesús le dice.: tampoco te afanes demasiado, que nos arreglamos con cualquier cosa. Y María lo ha entendido muy bien y vamos a dejarla en paz. Este convento se llama de monjas contemplativas. Alguien supondrá que se dedican a rezar nada más, y que los ángeles mantienen todo en orden. Pues lo cierto es que estas monjas y todas las llamadas contemplativas dedican a la acción y al trabajo tantas horas como cualquier persona empleada. Y no solo hacen dulzuras, también hacen libros y saben de costuras y de bordado para la Iglesia y sus juicios muy serios sobre materias no solo religiosas. Y también tienen corazón para lamentar o llorar por familiares, porque los Lázaros abundan. No se le quitará a María la mejor parte que era y es oír a Jesús. Y enjugar sus pies con lágrimas después de ungirles con los perfumes de virtudes muy maduras. San Lorenzo fue infinitamente activo y profundamente contemplativo. La oración era su alimento constante. Y 349