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seguidamente un grito colosal: Cristo, Cristo, Cristo está con nosotros. Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a las gentes de buena voluntad. III. Luc. 9, 18,24 ¿Quién dice la gente que es el hijo del hombre? Es una pregunta curiosa y quizá capciosa. Quiere ver qué han aprendido, qué han descubierto, qué de bueno ven en él para seguir en el grupo. Y efectivamente aparece que Jesús ya supone: Pues que tú eres Elías, o Jeremías o uno de los antiguos profetas. O sea que los discípulos están vacíos como los que andan por allí buscando algo... ¿Y vosotros? Como lanzado por un espíritu irrumpe Pedro: "Tú eres el Mesías de Dios". Y aquí Jesús no alaba a Pedro, sino que lo manda callar. Políticamente incorrecto hablar del Mesías, a quien las gentes esperaban como un guerrero vencedor de todo enemigo de Israel. Políticamente incorrecto. Por aquellos parajes había andado un Judas caudillo al que costó eliminar. Por tanto que a un Galileo se le pueda suponer un Mesías era inadmisible. Poco más tarde se vio Pilatos alarmado cuando Jesús dice que es Rey y además de Galilea. Jesús dice que él es rey de la Verdad. ¿Qué es una verdad? Y la verdad de Jesús es que le van a apresar, condenar, y crucificar. Pero que al tercer día ha de resucitar. Palabra difícil, que solo entendieron cuando ya estaba resucitado. Por consiguiente cuando se hable de él habrá que aceptar que se emprende una tarea difícil como la suya: padecer, y llevar la cruz cada día en pos de él. De modo que ni admite ser profeta ni admite ser Mesías. Aunque luego ambos títulos se le atribuyan con naturalidad. 337

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