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para comunicar al bautizando el misterio que se iba a anidar en su persona. Cuando Jesús proclama el bautismo trinitario, hace la revelación del poder de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es una novedad que entrañará equívocos, rebeldías, y adhesiones colosales. La creencia en un Dios uno e indivisible parcela el mundo entero. Hay pueblos del UNO, Israel e Islam. Hay pueblos de DOS: Padre y Espíritu (Arrianos), y de TRES: Padre, HIJO y Espíritu que es el cristianismo de nuestro entorno y cubre todo el mundo. Millones y millones lo confesamos con las expresiones que aprendimos o que se nos ocurren. Lo simplificamos siempre diciendo CREO ENDIOS. Y con esta confesión sentimos verdadera Paz, como asegura Jesús. *** Domingo VIIº de Pascua, C. Ascensión 12 Mayo 210 l. Hechos, 17, llb-19 El tema del Espíritu adquiere dimensión colosal en el lenguaje del diácono Esteban, sometido a juicio por hereje y destinado a muerte violencia, que lo convierte en el primer mártir del Cristianismo. Imaginemos el cuadro: Este convertido y convencido declara su fe ante El Poder eclesial del judaísmo. Probablemente le van a juzgar algunos de los que condenaron a Jesús. Extasiado proclama:" Veo los cielos abiertos y al hijo del hombre de pie a la derecha de Dios". El hijo del hombre, que recibió condenación más popular de la historia, pues unidos los dirigentes y el infinito pueblo decretaron la aniquilación de Cristo. Habían clamado: si eres hijo de Dios baja de la cruz y te creeremos". Seguro que lo vieron bajado de la cruz y muerto. Luego 317

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