BCCCAP00000000000000000001357
su carta a los corintios. Es llegar a ese estado de concordia con Dios que es fruto de una iluminación suprarracional. *** Domingo. VIº C, de Pascua, 5 Mayo 2010 I. Hechos 15, 1-2.22-29 Cuesta mucho dejar costumbres y leyes cuando uno se convierte a otro grupo. Mantener algo de lo anterior lo mantiene a salvo de ser tenido por extremista. Algo de todo es hasta elegante. Uno habla de lo que hacía o decía o creía, criticándolo suavemente o con frenesí. Pablo, fanático judío hasta hacía poco, tomó la Circuncisión como elemento a eliminar. Igualmente desechó las leyes del sábado, las que declaraban perversos algunos alimentos, como no tomar carne sin sangrar, o perteneciente a animales inmundos. Todo es limpio para los limpios. Podemos imaginar el alboroto que acompañapa a Pablo de parte de los judíos conversos. Y de los no, conversos que lo tomaban como un profanador de la ley de Moisés y de otras leyes impuestas por escribas y falsos profetas. Ley mayúscula, la del Sinaí. Ley ordinaria, la de cada día. La grande es incuestionable. La popular es mejorable por sustitución. Pero el problema estaba más bien con los gentiles, a quienes querían imponer las normas judías. Y a estos echa Pablo una mano liberadora. Ser honestos en su vida, celebrar la Cena del Señor, fidelidad conyugal, con alguna excepción. Tener caridad hacia todo el necesitado sea hombre, mujer, judío, gentil. Igualdad por el Bautismo, que es un renacimiento. 315
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz