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Domingo Vº de Pascua, 28 Abril 2010 I. Hechos 14, 21h-27 Exitosa Misión. Bernabé y Pablo siente mucha alegría al ver que las poblaciones donde evangelizan surgen Iglesias particulares a las que organizan con presbiterios responsables, que tienen la ilusión de continuar la labor de sus padres espirituales. Ese entusiasmo de recién bautizados nos llevan a recordar las misiones populares que conocimos y los movimientos de renovación que aún subsisten. Todavía participamos como oyentes o como presbíteros en encender las casi enfriadas lámparas de una fe rutinaria, de la que, como de ascuas debajo de la ceniza, brotaron entusiasmos magníficos. · Aún hay grupos entusiastas, verdaderas almas de fe y piedad y compromiso social. Cuando Pablo y Bernabé contaron en Antioquía sus éxitos con los gentiles, sin duda que señalaban con el dedo a aquel Pablo, venido del judaísmo, que con Bemabé como padrino, había sido confirmado como Apóstol precisamente ante sus OJOS. Recordamos a los discípulos que envió Jesús, que al volver decían que hasta los demonios se les sujetaban. Y el Maestro les advirtió: Lo vi todo, y que vosotros estáis inscritos en el reino de los cielos. Nos preocupan las frialdades, pero Jesús advirtió que los pequeños grupos heredan los tesoros del Reino. Por eso Pablo ponderaba a las pequeñas comunidades, sin relieve social, que eran los verdaderos seres interesantes para La Iglesia. Y a ellos dirigió los documentos de Fe insuperables, como son las Cartas Paulinas. 312