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escarnio y la debilidad, le deje limpio y le encomiende la tarea de ser confinnante del resto, eso solo lo puede entender un desahuciado, a quien descuelgan de la soga. Seguro que en adelante el morir por Jesús será un anhelo muy cultivado. *** Domingo IV de Pascua C. Abril, 21 de 2010 I. Hechos 13, 14. 43-52 Pablo y Bernabé forman una pareja interesante y muy importante. Pablo es un recién convertido, que de enemigo furioso de Cristo y los suyos, pasa a ser su más apasionado defensor. Tengo la impresión de que ambos se conocieron en Jerusalén, donde Bemabé era sacerdote en el templo, y Pablo el feroz perseguidor. En Damasco reciben a Pablo y lo bautizan. ¿Pudo ser padrino el diácono Bernabé? Lo que parece verosímil es que Pablo se fue a Tarso a meditar. Y llegado a la madurez de la Fe, recibe la visita de Bernabé para hacer un dúo dinámico de gran talla apostólica. Así los vemos hoy enzarzados en disputas con los judíos en Antioquía, donde ya había una comunidad de cristianos. Por razones evidentes los judíos se aterran ante el poder de ambos predicadores y promueven un tumulto de grandes proporciones, que les obliga a dejar la ciudad e irse con su prédica a otra parte. Es curioso que los cristianos quedaran llenos de alegría y de Espíritu Santo. Como ocurre siempre cuando un grupo ve que sus dirigentes soportan toda clase de vejaciones como testimonio de que están en la verdad. En las historias de los martirios siempre aparecen los creyentes como cantando y animando a los que van a ser destruidos. Sangre de mártires es semilla de Cristianos. 309