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que es una fuente de felicidad sencilla, pero es puerta para la definitiva, cuando nos toque vivirla de verdad. *** Domingo C, 3º de Cuaresma. León 3 de Marzo de 2013. l. Éxo.3, 1-8ª.13-15 Dios en la Historia. Narra la primera lectura cómo el Dios de los antiguos Patriarcas, decide convertir a los descendientes en un Pueblo Nacional. Y se aparece a Moisés de modo deslumbrante, y le induce a capitanear la liberación de quienes estaban en Egipto, apretados por el Faraón y sometidos a vejámenes insoportables. Se constata que los pueblos de quienes se tiene algo de historia, marchaban a buscar tierras para instalarse, llevando a sus dioses en cabeza, y con profesionales de un culto heredado y detallado de generación en generación. Hasta tiempos modernos nadie quería pasar por ateo o laico, enemigo de revelaciones y mandatos de Dios. Estamos en una ciudad de origen romano, en la que las Legiones tenían asentamiento presidido por el Dios que señalase el Emperador o el jefe del Ejército. Precisamente los cristianos fueron perseguidos por no aceptar dioses inventados, sino al único que cuenta con respaldo En la Sagrada Escritura. Se llamaba el Dios de Israel. Y se llama el Dios Padre de Jesucristo. Si Dios inspira la liberación de un pueblo mediante signos especiales lo hace para definirse a sí mismo como EL QUE ES. Los demás dioses no SON. Tienen ojos y no ven, tienen pies y no andan, tienen orejeas y no oyen. Sean iguales los que los veneran. Tener un Dios que se entera, que está cerca, que nos hace hijos y nos anima a realizamos o sea a salvamos, es un Don impagable. Seamos agradecidos. 295

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