BCCCAP00000000000000000001357
La devoción mariana tapa las fisuras que existen en las devociones a Dios, a Cristo y al Espíritu. Por lo tanto hemos de saber que María no es Señora de ningún poderío sobrenatural, sino servidora de todos los hijos que Jesús le encomendó. Siendo imposible desgajar de su ser maternal, nos sobreabunda la pasión por adornarla con todos los ti imaginados y seguirán imaginándose más. No es devoción gastarle el nombre a una persona por ablandarla, sino pedirle que se ponga a nuestra vera para la labor de cada día, casi en plan de iguales. II. Lo madura san Pablo para mandamos bendecir al Dios, Padre de Jesucristo, que nos llena de todo bien espiritual y celestial. Y en vez de amenazamos a vivir en desgracia como los primeros padres, nos hace herederos de sus misterios, mediante Jesús. No nos corresponde estar obsesionados por liberamos de lo malo, sino entusiasmados por llenamps de los bienes de Jesucristo. Para esto hay que tener, fe, y sí la tenemos, aunque ha de fortalecerse. Y eso se logra luchando cada día por estar conformes con la voluntad que la conciencia anima constantemente. María pidió razones para creer. Se las dio Gabriel con el ejemplo de una anciana en trance de maternidad. Ya no tiene angustias por llegar a madre sin trato con varón. Para demostrar que sabía bien lo que le esperaba, asistió a Isabel por tres meses. En un curso intensivo de maternidad, tocó el misterio con sus manos. Estaba todo claro. Y por eso dijo:"seguramente me llamarán bienaventurada las generaciones futuras". Y si tuvo visión de largo alcance observaría cómo la gente católica la llamaba Inmaculada, cuando otras familias la dirán Llena de gracia y Madre de Dios. 261
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz