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exterior suele ponderarse. La paz interior no tiene mayor propagando. Es vivencial y se expresa cuando es necesario. Una conciencia en paz cívica denota que su interior está en orden. La persona sabia es la que vive el orden enamorado. Palabrear sobre la Paz es sencillo. Vivirla es costoso, vale porque cuesta. Luc. 21, 25-28.34-36 Jesús era testigo de los disparates que ocurrían, del abuso de las borracheras y que se sucedían incluso cuando se estaban haciendo sacrificios. Cuando Jesús se fue, en los grupos surgieron los mismos excesos que antes de bautizarse. No es que Jesús tenga empeño en mantener asustados a los suyos, sino que eran tiempos de enorme violencia, guerras, amenazas de destrucción de la ciudad y del templo ...y eso era señal de que había que prepararse para desgracias mayores cultivando la gracia de la Fe cristiana. De todas maneras el fin del mundo terráqueo en pedazos se da a cada rato. El fin total es cuestión de milenios. Por lo que el único FIN que nos interesa es del propio sujeto. Mi mundo descuidado se va a acabar en el momento menos pensado. En cambio el mundo de valores está a prueba del propio Jesús, que nos acompaña siempre de modo que nuestro final sea únicamente la salvación eterna. *** 259