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y relámpagos y violencias. Y un día aparece la gana de tener paz y vivir en buena vecindad. Iba un día San Francisco con fray Maseo y hallaron a los ciudadanos de Arezzo luchado como endemoniados. Francisco dijo al fraile: Vete y manda a esos demonios que se vayan de esta población. Dicho y hecho. Y los que parecían odiarse a muerte, se dieron la paz y besaron las manos que los habían bendecido. Todos los problemas tienen solución. Pero también abundan los partidismos que lo embarullan todo. Propiamente no hay justificación para las guerras ni siquiera para las familiares y caseras. En vez del grito está la voz y el voto, aún en la familia. El Bautista se llamó la Voz, y Jesús la Palabra. Las voces resuelven poco. La palabra es lo que define y convence. II. 1 ª Tesa. 3, 12-4,2 San Pablo viene a decir que propiamente para ser cristianos hay que aceptar la catequesis o evangelización y emplear hasta la violencia íntima para cumplir. El reino de los cielos lo conquistan los que se hacen violencia, no los que la provocan. San Francisco logró que los seglares de penitencia renunciaran a las armas. Y eso fue creando una ideología, que se refleja en el saludo Paz y Bien. No dijo san Francisco pobreza y BIEN, sino Paz y Bien. La paz es la gran tienda a donde hay que entrar a cada rato para tener sentido común. La paz es una de los frutos del Espíritu santo. El mensaje primero de Jesús resucitado era "Paz a vosotros". Y es saludo litúrgico como preparación para comulgar. La paz es Libertad en el orden. Solo un espíritu ordenado puede tener y originar paz. La paz 258