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uno, como cosa y como templo de los valores humanos. Y que hay que aceptar ese hecho como condición para entrar en la Vida Eterna. Esto es lo que interesa a Jesús y debe interesarnos. Evidentemente nuestras lunas y nuestros soles se conmoverán. O sea que sentiremos dejar estas realidades visibles. Pero en ese momento aparecerá triunfante sobre la muerte el Hijo del Hombre, Jesús, para llevamos a compartir su infinita gloria. Las predicciones "científicas" sobre la posibilidad de la destrucción de todo el universo es audacias desde siempre. San Pedro es de lo más catastróficas sobre este asunto. Como dijo Jesús: pasaran calamidades indescriptibles, pero todavía no. Domingo 34 B. Cristo Rey, 22 Noviembre 2009. I: Dan.7, 13-14 Cuando tanto se recomienda leer la Biblia tiene que ser por algo grande. Hay capítulos y párrafos deslumbrantes. Ejemplo lo que acabamos de leer del profeta Daniel. Este personaje tuvo la experiencia y quizá fue causante de la destrucción de Babilonia, el reino que tanto persiguió a los israelitas. No es extraño que le tocara a él ver a un Señor, en forma humana, que entrega a un Anciano, o sea a Un Rey especial, todo poder y honor. Porque los pueblos se le someterán y su poder será indestructible. Daniel vio y cooperó a la destrucción de reino de aquel Nabucodonosor que había profanado el ajuar y el templo de Jerusalén y liquidado a los Reyes hebreos. Por eso, invocando a una visión que fascinaba al mismo gran Rey, profetiza la inauguración del reino nuevo y eterno, que nosotros interpretamos como el Reino del Hijo de Dios, Jesucristo Nuestro Señor... 254