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III. Juan 6, 1-15 El gran milagro de la multiplicación de los Panes lo realiza Jesús por compasión. Y es premio a quienes buscando el Reino de Dios merecen que les otorguen añadiduras. La gran añadidura al alimento corporal es la Eucaristía, señal de caridad y argumento de unidad. Uds. y yo somos seres privilegiados porque tomamos o dejamos la Eucaristía a voluntad. Es un lujo no pasar hambre pero es un lujo absurdo no sentir hambre. Y existen infinidad de llamados fieles cristianos que no siente necesidad de comer el Pan de la Eucaristía. Todo ello debido a catequesis exageradas que ignoraron que Jesús dejó la Eucaristía para el perdón de los pecados y como recuerdo de su misericordia. Es el único pan Universal. Se produce en todo el mundo y se regala en todo el mundo. Ningún rezo, ninguna promesa, ningún sacrificio agrada a Dios como el recibir la persona sacramental de su Hijo Jesucristo. *** Domingo XVIII.E. 2 de Agosto de 2009. I. Exod. 16, 2-4. 12-15 Los Israelitas pensaron que los pájaros que caían extenuados en el desierto eran regalo de Dios. Seguramente cuando atribuimos a Dios los remedios de las necesidades lo decimos sinceramente. Porque no hay nada en el universos que no proceda de Dios. Por eso damos gracias por los sembrados, por las lluvias, por las cosechas, por las industrias que nos transforman y conservan infinidad de alimentos. La FE total es un DON estupendo. Más vale exagerar la presencia de Dios en todo, que negarla. Pronto se ve que el YO convertido en Dios es poco de fiar. Cualquier resfriado, o manipulación de los elementos nos anulan o disminuyen. Dice san Pablo que al corazón agradecido 216