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andemos ofreciendo a Dios misas y comuniones, sino las misas y comuniones las aceptemos con Don De Dios. Quien a Dios tiene, nada le falta. En esta Fiesta del Misterio Eucarístico, pedimos a Jesús adquirir y mantener el sentido de la Fe en su persona, que nos está ofreciendo redención en todo momento de nuestra vida. *** Domingo XI B, 14 de Junio de 2009. l. Ezeq.17, 22-24. Recuerda esta lectura la parábola de la semilla de mostaza, que siendo tan pequeña generará una planta en la que aniden las aves del cielo. Ezequiel ve el resucitar de un pueblo desterrado y desanimado. Realiza viajes en transportes celestiales y ve junto al templo cómo brotan aguas saludables que convertirá a la tierra de Israel en jardín floreciente. Da a entender que en el mismo destierro hay cedros y que del más alto tomará una rama para plantarla en la patria, que acompañada de otras humildes serán árbol de vida cuidado por Dios. Y los presumidos que en el destierro crecieron mucho por favores reales, serán secados. Tiene Ezequiel en un lugar especial de Israel una estatua como a ningún profeta fue dedicada. Y es que bajo imágenes dolientes o espeluznantes asegura que Israel será pueblo de Dios para siempre. El actual Israel estuvo ausente de su tierra desde Cristo hasta nuestros días. Pero cultivando como planta su herencia ha logrado situarse en la élite mundial, porque a su culto a la Escritura, une su habilidad para inventar instrumentos de paz y de guerra. Toda su historia milenaria está llena de peligros. Y hay esperanza de que pueda cultivar su viña y su higuera como prometen muchos profetas. 198