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Pero siendo Jesús Dios Hijo es lógico que, quien se fije en él, descubra la imagen del Padre, que es la que nos interesa. "El Padre y yo somos una misma cosa". Hermanos, en este día de la fiesta del mayor misterio Cristiano, agradezcamos a quien nos lo ha revelado y a quienes nos lo han predicado. Y a la Madre Iglesia depositaria de Toda la Verdad. *** Domingo X, B: Corpus Christi. 14 de Junio de 2009 l. Exodo 24, 3-8.- La Fiesta del Corpus significa la Presencia Personal de Jesucristo en la Eucaristía, como demostración del amor de Dios que se concreta en el Santísimo Sacramento. En esta fiesta se recuerdan los compromisos que Dios hizo y aceptó con los Israelitas en el desierto. Mediante la sangre de animales derramada en el Altar y sobre las personas, manifestaba Dios la elección de un Pueblo para ser testigo de una relación que al correr del tiempo se lograría con otros muchos pueblos. Todos los pueblos conocidos tienen ritos de intercambio con la Divinidad. Nuestro Pueblo tiene el intercambio absolutamente especial mediante la persona de Jesús. Y esa Persona Divina mantiene una presencia sacramental, destinada a significar la Gracia de Dios en grado eminente. Por ser la gracia de Dios que complemente la gracia Bautismal, que es la raíz de todas las gracias, todos los bautizados debemos encontrar en la Eucaristía el mantenimiento permanente de la unión con Cristo. Importa el qué más que el cómo. Si lo tomamos como memorial es porque Jesús lo dijo: "Haced esto en memoria mía". Un memorial está al alcance de cualquiera. Pero un YO memorial impresiona más. Tomadme recordando que 196