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papelón de las lloronas. Resignadamente debemos decir "Señor, hágase tu voluntad". Amen. Males hay provocados por torpeza o desafio, que NO se les puede poner en el apartado de la voluntad de Dios. Lo que sí es correcto es someterse a la comprensión de quien todo lo sabe y todo lo ve. Ser hijos pródigos es de lo más natural. Pero al tomarse la situación en desesperada solo quedó el Padre, y este lo resolvió sin escatimar buenas maneras. La voluntad de Dios es abrir la puerta al que vivió extraviado. DOMINGO DE RAMOS, B. 2009. 5 de Abril l. Isa. 50, 4-7 La Vida y muerte de Jesús han de iluminarse con textos del antiguo Testamento. El de Jeremías presenta a Jesús dispuesto a no privarse de cualquier sacrificio que haga reflexionar a las gentes. II. Filip. 2. 6-11 San Pablo hace la exposición más perfecta: pasar por uno de tantos, de modo que le corresponde llegar hasta donde llega cualquier pobre: a la muerte más ignominiosa. Por eso no habrá persona que no halle en Jesús razón para vivir en fe, en esperanza y caridad. Y así merecer la gloria de Jesús. III. Marc. 14, 1-15. 47 En esta línea celebramos el gran Capítulo de la Pasión. Jesús no muere por nuestros pecados para calmar al Padre, sino que da la vida para transmitirnos el regalo del Padre. Alguien enseñó que Jesús toma nuestra desgracia y al hacerse desgraciado, se convierte en el sustituto de todos los desgraciados, y así el Padre queda resarcido de tanto 177
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