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pasada". Todo lo sinceramente confesado queda consumido por el amor de Dios. Interesa el presente y el futuro. II. Heb. 5, 7-9 Ante el mal uno clama al cielo. El mismo Jesús en la agonía de Getsemaní clama al Padre que le libere del mal que le viene encima. Y fue oído pero no eximido: El Padre le hace saber que su empresa ha de completarse con un sacrificio total. El sacrificio que no permitió Dios a Abrahán, lo quiere ahora en Jesús. Y le conforta. Y Jesús se anima y despierta a los dormidos y les dice: vámonos que llega el que me ha de entregar. Sin duda es una lección para cuando oramos y resulta que Dios nos conforta para seguir hasta completar el episodio restante, que puede ser aceptar la muerte esperando la resurrección y la vida eterna. No sé si este punto nos alienta o nos aplasta cuando llega el momento. Pero habría que juntar el hecho irremediable con la esperanza de que es un hecho de salvación. Solo soportando la muerte se llega a la vida eterna. III. Juan, 12, 20-33 Precisamente cuando la muerte está cerca, es cuando unos gentiles quieren ver a Jesús. Y Jesús aprovecha para presentar su filosofía: le pasará lo que al grano que debe caer y morirse para resucitar multiplicado. Y añade que cuando sea elevado en la cruz será atracción para muchos. Cuando hay empeño en que desaparezca la Cruz en las escuelas y otros lugares, es cuando debemos cultivarla y aceptar su significado. Nuestra vida es una madeja de cruces. Pues daremos el ejemplo extraordinario cuando la aceptemos ante quien haga el 176

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