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de Jesús es ayudamos a ser libres en justicia y veracidad, que es la verdadera renovación... *** Domingo IIIº B, 22 de Enero de 2012. l. Jonás, 3, 1-5. 10 Evangelizar es llevar buenos mensajes. Es atreverse a decir verdades aunque produzcan escozor. Jonás representa un Oficio nuevo para los israelitas: predicar a los gentiles, a los que son enemigos, a los que tienen otros dioses o no tienen más dios que al César. Nínive es capital de Asiria. Su imperio es enorme y sus incursiones y abusos contra Israel tremendos. Y con todo es a ese pueblo al que es enviado un personaje especial. En otros imperios de destierro, los judíos sirven en diversos menesteres, pero no en culto y predicación. Jonás lucha contra el mandato de ir, queda sometido a fuerzas terribles y hasta es tragado por una ballena. Allí pasa tres días y al fin vomitado se dirige a su misión. Entendemos que se trata de una parábola, que significa que Israel debe abrirse al mundo cueste lo que cueste. Imaginemos al judío andando por las calles de nuestra ciudad anunciando un cataclismo si la gente no se confiesa para Pascua. ¿Cuántos irían a confesarse y cuántos le acusarían de alterar el orden público, o de ir contra la libertad de cultos y todas esas historias que se proclaman en nuestros días? Si algunos o muchos toman en serio el anuncio, saldrán en los medios de comunicación en broma o en serio. Y al predicador le harán famoso gane o pierda. Pero él dirá: me ha enviado Dios. Y ante eso se callarán muchas voces. Pues Nínive, 154

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