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eso surgen los sabios. Y Jesús es el sabio absoluto porque nos enseña una sabiduría superior a la de este mundo. Enseñamos a ser hijos de Dios y a esperar la vida eterna es propio de Jesucristo. Y por eso es llamado PALABRA DE DIOS. Todas las palabras de las ciencias y experiencias humanas hallan valor en la Palabra de Dios. Por eso es tan especial la sabiduría cristiana. II. Tesa. 4, 13-17. A esa sabiduría pertenece la creencia en la VIDA ETERNA. Para conseguimos esa vida ha venido Jesús desde el seno de Dios. En estas fechas recordamos a los que se han ido al otro mundo. No les llamemos muertos, sino santos, porque todo el que cree en Jesús maestro venido de Dios es santo. Acabo acompañar a infinidad de fieles en su recuerdo el Día de Todos los Santos. Es un descubrimiento teológico práctico y justo de la personalidad de los antepasados. Las almas de los justos están en manos de Dios y no les tocará el tormento. Porque aunque los insensatos o incrédulos piensan que se han aniquilado, ellos están en la Paz de Dios. Ese artículo de Fe es la piedra angular de todas las esperanzas y obligaciones. Hay una creencia universal en la supervivencia de los que se van de este mundo. Unos lo definen como materia que ni se crea ni se aniquila, lo que equivale a barruntar la eternidad o supervivencia del ser. En donde tiene lugar la Evangelización fundamentada en Escritura se propaga la fe en la vida Eterna con facilidad, porque en el fondo es el deseo más grande que puede tener una persona educada. Dios no ama la muerte, y por eso este suceso lo consideramos como tránsito hacia otra etapa plena. La denominamos Vida eterna, resucitada y celestial Por eso se me hace casi imposible que entre vosotros 129