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parlamentos. Así las voces del Pueblo concuerdan fácilmente con la Voz de Dios. II.lªTesa.l, l-5b. El orden público es un bien exigido por la recta conciencia natural. Pero no es suficiente ese criterio porque existen falseadores de conciencias que crean ficticias libertades. Por eso persiste la sospecha de que no hay que fiarse de quienes tienen autoridad, incluso si es gente de Iglesia. Pablo en su carta anima a conservar la seguridad de la fe, de donde brotará el cultivo de toda empresa o idea o conducta limpia y elevante. La Piedad cristiana es el signo del orden en la propia vida y en la vida comunitaria. Estamos ahora en un acto de Piedad total, porque estamos juntos como hermanaos, miembros de la Iglesia y oyendo al Señor. Y él nos da su Pan para confirmamos en la buena política de cada día. III.MAT 22, 15-21. Los directivos de Jerusalén tienen un problema político: si estando sometidos a Roma, deben pagar impuestos a Roma. Lo consultan con Jesús, para poder acusarlo de meterse en política. Y él solventa la pícara cuestión diciendo que se dé al Cesar lo políticamente legal y a Dios lo que es Constitucional, lo que está en la Ley de Moisés. Las tasas legales, con las que su sufragan los gastos de los servicios, son obligatorias en conciencia. En realidad nos afectan igual que cuando compramos algo personal. Los llamados bienes públicos son de cada uno y debe respetarlos y sufragados como cosas de familia. Se da el caso insultante de que hay alguna agencia que ayuda a NO PAGAR impuestos, inventando disculpas, pero ellas cobran tanto como lo que cuestan muchos impuestos. Parecido es el caso de quienes en la 123
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