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Jesús tiene derecho para decir eso, porque es LOGOS, La Palabra de Dios. A estas alturas parece que esto es una antigualla que está llenando el aire, igual que en Jerusalén daban por muerto a Cristo. Pero sigue en pie la Cruz mientras se desbarata el orbe. Por todo ello Pablo insiste en poner como argumento la revelación que expresa la Palabra de Dios. III. Mat 18, 31-35 El tema de este párrafo evangélico es repetitivo. Deudores y contra deudores. Los deudores que cita el Evangelio son contrabandeados por un administrador infiel que, en lenguaje actual, llamaríamos corrupto y ladrón. Traficante de bienes encomendados a su fidelidad, y que por tener papel oficial y sello inventa finiquitos y se queda con la mitad. Hoy te dicen: factura te doy, ¿con iva o sin iva? Y con iva o sin iva uno va a curarse gratis a un costo in menso. La lección es de tipo moral: un amigo adeuda algo al gran ladrón y este le aprieta a que le pague unos reales. Y como no hay con qué, le mete en la cárcel. El caso es tan escandaloso que los vecinos retuercen el asunto y convierten en delincuente al tramposo. Y el gran defraudado llama al infiel y le condena a pagar todo hasta con la familia. Termina: Mi padre hará esto a quienes no perdonan de corazón. El ínter endeudamiento es el pan de cada día. Tú debes, yo te debo, aquel me debe a mí, y como en el Quijote: Daba el ventero a Sancho, Sancho a la moza, la moza al ventero y todos menudeaban. El que no deba nada no tiene mucho horizonte. Modernamente la mejor hoja de confianza comercial es 113