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XIV.- Jesús es depositado en el Sepulcro (Me. 15, 46). La pesada rueda aparece en el momento en que está siendo corrida para clausurar el Sepulcro. Las mujeres, desde el retiro y la soledad ante la ausencia física del Maestro, se unen en el dolor a la vista del dramatismo del cierre. Cielo engrandecido y ocupando la mayor parte de la escena, porque no todo termina ahí. Es un preanuncio de la glorificación y reencuentro con el Padre. Frenté a la ternura y dratnatismü de ellas, jtintü cónelsilenció; el aroma esperado de nuestra resurrección P~t}a cdnvefsió!1: @~igtr/ descubrir, Redentor mío; más allá de todo lo 9ue ~s9, lqyerclacler/t;t/PPr1{iiiiJ¡J!.~ lg, y@;i; XV.- Jesús Resucitado. En el centro del cuadro y elevándose, aparece Jesús con los brazos abiertos, recién salido del Sepulcro y a punto de dejar la Tierra, para entrar en contacto con el Cielo, sobresaliendo la cabeza fuera del cuadro, como un preanuncio de su Ascensión. A la derecha, la rueda bastante apartada de la puerta de entrada, símbolo de nuestra pesada deserción, inútil y olvi– dada por perdonada. A la izquierda, los primeros testigos y adoradores de su Resurrección en actitud de movimiento, abandonando el lugar y cami– nando hasta los confines de la Tierra, para comunicar a todos la gran noti– cia: ¡Ha Resucitado! Nuestras vidas, como la de Ni?ts, no termln,a;ñ el .vfé~€j ni eh l'q . . . . , . anecdótico dél tropiezo o de la rfluerte corporal, por sf!r <dlr4ns#p ha9iq·{rJ gloriosares1fi-recc;ión que JesÚ.Snos;gfe!]:'é,si SQWOS capac;gs4e.s5F§'UStes# 0 gos, pqsan~orpreviamente por ,rl/,1:rlqf~jila en el servi,ciQ'q,·l1ys,:r#~ :ffi.rf :3. §Jüe sepa, Salvck:[ox mío, resucitar ,rJ:é '" de cada múerte ... · 2:ii,, .. . · 21- /'-'-:'.-t?-·'.;'/· Vigo, Marzo 1.999 P. Carlos A. Ortíz Ramos Franciscano-Capuchino

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